Hombres y mujeres no somos iguales, de hecho, todas las personas, independientemente de nuestro sexo, somos distintas y singulares. Lo cierto es que todos y todas tenemos los mismos derechos y hemos de disfrutar las mismas oportunidades en los distintos aspectos de la vida: educación, trabajo, ocio, etc. La igualdad entre hombres y mujeres es un principio universal y así queda reflejado en los textos legales, pero la igualdad real y tangible aún debe ser trabajada e instaurada en muchos ámbitos de la vida social y personal. Este cambio de ideas y de modos de actuar exige una actuación desde el ámbito de la educación que no debe pasar desaperciba entre los y las docentes.
300 horas.